REVOLUCION CUBANA
enero de 1959, por varias fuerzas insurgentes, entre las que predominaba ampliamente el Ejército Rebelde, brazo armado del Movimiento 26 de Julio comandado por Fidel Castro.
Luego de las tendencias reformistas y autonomistas de notables pensadores criollos, como José de
Luego de la fracasada Guerra de los Diez Años (1867-78), el pensamiento revolucionario cubano tomó una forma más acabada, con un sostén filosófico, ideológico y social mucho más profundo con el pensamiento y la acción organizativa de José Martí quien dedicó prácticamente toda su vida adulta a la lucha por la independencia. Martí creó el Partido Revolucionario Cubano (PRC) en Nueva York con el motivo de reunir cubanos con las mismas ideas y veteranos de
FIDEL CASTRO CRUZ
Fidel Alejandro Castro Ruz (n. Birán, 13 de agosto de 1926) es un militar y político cubano. Fue mandatario de su país, bajo los cargos de Primer Ministro (1959-1976) y presidente de Cuba (1976-2008). Actualmente ejerce como primer secretario del Partido Comunista de Cuba y como comandante en jefe de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (Ejército) de Cuba. Es, además, uno de los condecorados por la Unión Soviética con
Castro se inició en la vida pública como político opositor y destacó especialmente tras el asalto al cuartel Moncada en 1953, por el que fue condenado a prisión. Tras ser indultado gracias a la presión de la opinión pública,[2] se exilió en México, donde planeó la invasión guerrillera de 1956. Llegó al poder tras encabezar la revolución cubana, que triunfó el 1 de enero de 1959, derrocando el régimen de Fulgencio Batista. Fue nombrado Primer Ministro el 27 de febrero del mismo año por el Presidente Manuel Urrutia. Lideró en 1961 la adopción del marxismo por el gobierno revolucionario, estableciendo el primer estado socialista de América. Tras las reformas de 1976, fue electo presidente del Consejo de Estado y del Consejo de Ministros. Desde la fundación del partido comunista en 1965, es el Primer Secretario del mismo.
El 19 de febrero de 2008, en una carta publicada en el diario Granma, anunció que no se presentaría ni aceptaría el puesto de presidente y comandante en la reunión de
En el ámbito internacional, inicialmente conservaba buenas relaciones con los EUA; entabló, luego, estrechos lazos con la Unión Soviética. Después de una serie de expropiaciones a propietarios estadounidenses, los desencuentros con los EUA desembocaron en el embargo económico contra Cuba. Desde entonces, su relación con la superpotencia ha sido abiertamente antagónica, lo que quedó confirmado tras la fracasada invasión de Bahía de Cochinos en 1961.
Debido a su larga gestión y a las características controvertidas de sus políticas, se ha generado un polémico e intenso debate entre opositores y partidarios sobre su gobierno: desde calificarlo como una dictadura hasta considerarlo la expresión de la voluntad del pueblo cubano.
Ojalá que las hojas no te toquen el cuerpo cuando caigan
para que no las puedas convertir en cristal.
Ojalá que la lluvia deje de ser milagro que baja por tu cuerpo.
Ojalá que la luna pueda salir sin ti.
Ojalá que la tierra no te bese los pasos.
Ojalá se te acabe la mirada constante,
la palabra precisa, la sonrisa perfecta.
Ojalá pase algo que te borre de pronto:
una luz cegadora, un disparo de nieve,
ojalá por lo menos que me lleve la muerte,
para no verte tanto, para no verte siempre
en todos los segundos, en todas las visiones.
Ojalá que no pueda tocarte ni en canciones.
Ojalá que la aurora no dé gritos que caigan en mi espalda.
Ojalá que tu nombre se le olvide a esa voz.
Ojalá las paredes no retengan tu ruido de camino cansado.
Ojalá que el deseo se vaya tras de ti,
a tu viejo gobierno de difuntos y flores.
(Ojalá, Silvio Rodríguez)
(Fotografía: Bandera cubana con firmas
contra los encarcelamientos del Régimen Castrista)
(Fotografía: Fidel Castro)
Silvio Rodríguez compuso esta canción en 1969. Muchos creyeron que se trataba una canción de amor preciosa pero desgarradora; otros, alentados por los furores de
Escuchar la soledad de los primeros acordes de guitarra, dibujando escalas descendentes que acrecientan la melancolía, notar las vibraciones de una voz aguda exigiendo deseos con ese ojalá repetitivo, saborear la serena dulzura de esta canción de amor-protesta, es un placer comparado a la posibilidad del cumplimiento de nuestros sueños.
Uno que se va cumpliendo: una nueva esperanza para Cuba.
Ojalá que la luna pueda salir sin Castro.
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